miércoles, 12 de noviembre de 2008

Espaguettis al ajillo especiales

Qué entretenida estoy estos días divagando sobre si ceso (con esos ovarios tan bien puestos que el destino me ha dado, sí señor) el contrato con mi cliente principal antes de que me sigan desesperando y me dé por odiar mi profesión - profesión, dicho sea, que adoro con tós mis poros - y me resigno a vivir del aire o si me aguanto y trago y sigo aportando mis granitos de arena al "Untergang des Abendlandes" (uséase: el Hundimiento de Occidente) y dejándome manganear por el vil oro... Hay ratos en los que incluso estoy tentada de cesarles el contrato a mis dos clientes actuales y que se joda el mundo y haiga paz, señores - ¡qué dilemas los míos!

De momento sigo ahí al pie del cañón, haciéndome la ininmutable a costa de coleccionar canas y malas hostias y servírselas al pobrecillo del señor K. de acompañamiento a la cena. Pero me parece que va siendo hora ya de iniciar acciones heroicas y mandar a la mísmisima M a tanto tocapelotas...

El lunes no sólo fue lunes, sino que fue un lunes de "aaargh-acaban-de-volver-a-cambiar-la-estrategia-de-trabajo-me-están-volviendo-loca-mi-reino-por-una-ametralladora-dios-mío-dáme-paciencia-me-largo-me-largo-me-largo-no-aguanto-ya-más"... Con semejante panorama, al señor K. le tocó aguantar bastantes juramentos que fuí repartiendo por media casa, mesándome los cabellos e iracunda como un basilisco.

Como estaba ya como una moto, y para que no se me bajara el ánimo peleón ese tan sano, nos prestidigité a los dos una estupenda sobredosis de proteínas para cenar, no en vano dicen por ahí que los excesos proteicos acentúan el mal humor... Puestos a ponerse una bruta, prefiero ponerme bruta con fundamento y tenedor en mano.

Ingredientes (para 2):

  • espaguettis
  • un buen puñado de gambas
  • un tarro de gulas (100 grs. para 2 personas)
  • un lomo de salmón (unos 125 grs.)
  • ajo
  • sal, pimienta blanca
  • chili en polvo
  • un chorrillo de zumo de limón
Cómo se hace:

Reciclaje puro y duro - la cena de anteayer me liberó de un montón de sobricas que se habían quedado por el frigo/el congelador "de florero". Las gambas y el salmón congelados eran restos de un arroz con pescaíto que hice hace unos días, aquel limón me andaba pidiendo el tiro de gracia, ese paquete de espaguettis abierto estaba echando ya casi raíces, etc...



Se rocían las gambas con algo de zumo de limón. Se corta el lomo de salmón por la mitad y cada mitad en láminas de 1 cm. de grosor. Mientras se cuece la pasta, se pone un ajo picado en la sartén. Yo usé únicamente el aceite de oliva que venía con las gulas, no puse más. Se añaden las gambas y se van haciendo removiendo de vez en cuando. Cuando ya casi estén se echa el salmón y se salpimenta. Yo añadí algo de chili molido. En el último momento se añaden asimismo las gulas y se rehogan un minutillo con el resto.

Se cuela la pasta y se pone en la sartén un último minuto junto con el pescaíto.

Listo.

Lo bueno de esta cena: El salmón es especialmente rico en ácidos grasos Omega 3, en calcio y en proteínas, pero uno de los pescados con menor aporte de colesterol... Las gulas también destacan por su aporte de proteínas. Lo único que se salía ayer de esquemas un poco eran las gambas, que también son ricas en calcio y yodo, p.ej., pero tienen mucho colesterol. Pero quería quitarlas ya del congelador.

Quedaron unos espaguettis al ajillo de lujazo. Y eso, con sobras.

Y el señor K. quedó tan saciadillo y feliz con tantas proteínas que me aguantó con ese estoicismo tan suyo de alemán del norte el resto de la noche todos mis reniegos y soplos sin decir ni mú. Qué tácticas de distracción las mías...

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