domingo, 26 de octubre de 2008

Paquetitos de cangrejo con mermelada de tomate


Este pasado fin de semana, tanto el señor K. como yo teníamos varias grandes cosas que celebrar... ¡y qué mejor modo de celebrar grandes cosas que con una cenita rica-rica en casa!

El plan inicial era perfecto: Mientras el señor K. se iba el sábado al despacho como buen esclavo de su profesión que es él, yo me encerraba en la cocina (soy una mujercita ejemplar) a trastear a mis anchas... y después: ¡a zampar y a relajarse! Eso, claro, fue antes de que cierta clienta a la que a veces tengo ganas de pegar me llamara el viernes a las siete de la tarde hiperventilando y pidiendo que le hiciera un par de milagros hasta el lunes por la mañana. Como soy gilipollas acepté (no sin antes decidir que le va a salir mi fin de semana por un ojo de la cara, por petarda y por histérica)... y me pasé medio sábado haciendo carreras entre la cocina y el ordenador como una pringada.

Así que, por desgracia, el menú me quedó algo incompleto por falta de tiempo: Hubo primero (el del título de este post) y hubo segundo (mi legendario roastbeef con abrigo de pan y hierbas y chutney de higos al vino tinto - aunque evidentemente este plato tan espectacular no es de mi invención, sino la invención de algún cocinero de esos de los de verdad), hubo incluso toneladas de ensalada... lo que no hubo fue postre.

He decidido que el roastbeef se merece una entrada aparte que os caerá otro día - además, tan ensimismados en nuestra magnífica cena como estábamos, se me olvidó sacarle fotos.

Los paquetitos de cangrejo con mermelada de tomate fueron un experimento que se me ocurrió el otro día y quedaron en nuestra opinión espectacularmente ricos, y más teniendo en cuenta el grado de improvisación que le eché al asunto. Creo que la mayor fuente de inspiración fueron los sacos de queso que me comí hace unas semanas en "El Embrujo" en Pamplona, que también iban con mermelada de tomate.

Aquí va la recetade mis paquetitos...

Ingredientes (para 10 paquetitos):
  • 10 láminas de wonton
  • unas 2 cucharadas de gambas cocidas picadas
  • unas 2 cucharadas de carne de cangrejo cocida picada
  • media cebolleta fresca picada
  • 2 cucharadas de pan de molde cortado en dados finos
  • un chorrito de salsa teriyaki (o salsa de soja o salsa de ostras)
  • sal de hierbas y pimienta blanca molida
  • la mitad de un huevo batido enriquecido con un chorrito de leche
  • 1 o 2 setas (dependiendo del tamaño) picadas finas y rehogadas en mantequilla, yo usé una seta de cardo
  • aceite para freír
  • mermelada de tomate (la receta de la mermelada de tomate la he sacado de aquí, sólo le he añadido dos cucharadas de zumo de limón...)

Cómo se hace:

Se dejan descongelar las láminas de wonton. Entretanto se mezclan en un bol los ingredientes del relleno (o sea, farsa: no os perdáis estas enriquecedoras líneas sobre las farsas comestibles), es decir: gambas, cangrejo, pan en dados, cebolleta, dados de seta (que previamente habremos rehogado unos minutillos con mantequilla en una sartén) y salsa teriyaki (ojo con ésta, un mini-chorrito basta). Añadimos sal y pimienta al gusto y vamos revolviendo todo bien con una cucharita hasta que se amalgamen los ingredientes. A esta masa le añadimos la cantidad necesaria de huevo batido con leche hasta conseguir la consistencia que queremos (no debe quedar demasiado líquido ni seco: con un poquito de huevo basta). Reservamos en el frigorífico hasta el momento de rellenar los paquetitos.

La mermelada de tomates cherry la hice siguiendo las instrucciones del Capitán, a quien le copié la receta (ver el enlace en mi lista de ingredientes). Utilicé 250 gramos de tomates cherry, 250 ml. de agua y 250 gramos de azúcar (quien quiera la mermelada menos dulce podría ponerle sólo 200 gramos, a mí la súper-dulzura que le ha quedado me EN CAN TA) y dos cucharadas soperas de zumo de limón.

Para rellenar los paquetes, ponemos en el centro de cada lámina de wonton una cucharadita (de té) de relleno y humedecemos los bordes con el resto del huevo batido que nos habrá sobrado al principio. Doblamos la lámina en triángulo uniendo dos esquinas y luego en cono añadiendo las dos esquinas restantes; presionamos la juntura para que se pegue bien. Repetimos hasta que estén todos listos y los freímos en la sartén o, a ser posible en la freidora para que queden uniformes. Tardan unos 2 minutos en estar dorados.

He leído varias veces que la mejor forma de freír los wontons es dorándolos en la sartén durante unos 30 segundos y añadir entonces agua (cantidad: +/- media taza de café) a la sartén, poner la tapadera y esperar hasta que se evapore el agua. Es una variante que no he probado aún, pero me intriga el resultado. ya os contaré la próxima vez...


A la hora de servirlos, utilicé unos platitos para tapas que tengo de CASA con el fondo cubierto de mermelada de tomate y un wonton encima. Se me había terminado el cebollino, si no les hubiera hecho lazos con él a los paquetitos...

viernes, 17 de octubre de 2008

¡Manos al volante!



¡Ja!

En el último par de meses (han sido meses de histerias, sudores y juramentos), he aprendido un par de cosas:
  • Sacarse el carnet de conducir después de pasada la treintena es un horror...
  • Sacarse el carnet de conducir en Berlín es sólo apto para gente con nervios de acero...
  • Odio con todas mis fuerzas (lo siento si alguien se da por aludido) a todo ciclista de esta ciudad...
  • Sigo sin saber cuál es mi izquierda y cuál mi derecha...
  • Soy genéticamente incapaz de conducir con tacones (no sé si alguien lo consigue...)
  • Los tranvías SIEMPRE son más anchos de lo que parecen...
  • Me sigue cabreando muchísimo que me llamen "jovencita" sólo por el hecho de tener 160cm. de estatura y ser mujer; cuantas más canas me van saliendo, más me cabrean estas cosas...

Dicho todo esto: Vale, me he tenido que levantar hoy a las cinco y media de la mañana y no he sido capaz en 45 minutos al volante de decir ni una sola palabra, por puros nervios, me he tragado tres cuartos de hora de tráfico en hora punta, con lluvia, autobuses escolares y ciclistas... fbvhpqsx

Pero: ¡Ja! ¡Me he bajado del coche con esa cosa tan bonita de la foto! ¡Por fin tengo carnete! ¡Y además uno alemán todo chulo él con holograma del águila federal y todo...!

Ains, qué ilusión...

Como diría ahora el adolescente descerebrado de turno en la comedia cutre de turno: Dudes, I fucking made it!!!!!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Espaguettis con acelga y apio

hemc 26 - comida para diabéticos

Este mes, el evento culinario del blog HEMC está dedicado a las recetas aptas para diabéticos.

Una de las cosas que personalmente más me costarían si fuera diabética (y tengo bastante buenas cartas, por pura genética), sería, creo, el reducir mi consumo de hidratos de carbono (mi santísima trinidad: pasta, arroz, pan). Por eso lo primero que se me pasó por la cabeza al leer el anuncio de este HEMC fue hacer una receta con pasta integral.

Hace un par de años el señor K. decidió ponernos a dieta porque yo lo había cebado (razón no le faltaba, no): A mí las dietas de adelgazamiento siempre me han parecido una aberración, además yo siempre he sido súper-flaquita (al menos hasta que pasé la barrera de los 31 años y comenzó cierta expansión horizontal en ciertas zonas corporales muy playeras)... Buscando una solución que eliminara tal vez sus kilos sin amedrentar los míos, descubrimos la dieta disociada: No te privas de comer nada, comes rico-rico y comes sano-sano... El truco consiste en separar en las comidas proteínas de hidratos de carbono.

Sinceramente no creo que "de verdad" funcione: A nivel científico no creo que tenga ni pies ni cabeza el razonamiento que hay detrás (no engordan las calorías sino las mezclas - ah yaaaaa, como en las borracheras). Lo que realmente funciona es que cuidas mucho más tu alimentación, empiezas a comer más sanote y reduces azúcares, grasas hidrogenadas y, sobre todo, el uso de cerales refinados que cambias por el de productos integrales. Pienso que esta dieta tiene recetas bastantes buenas para gente con problemas de diabetes.

De aquella época, en casa hemos conservado algunas recetas que se han convertido ya en clásicos de nuestro repertorio cotidiano. Una de mis favoritas son estos espaguettis con acelga y apio...

Ingredientes (para dos personas como plato único):
  • 1 cebolla pequeña o cebolleta fresca al gusto
  • 1 diente de ajo
  • 2 o 3 troncos de apio
  • unos 400 gr. de acelga (pencas y hojas)
  • 120 gr. de espaguettis integrales
  • sal, aceite de oliva
  • entre 300 y 400 ml. de caldo vegetal
  • 2 cucharillas de tomillo picado
  • 2 cucharillas de romero picado
  • 75 gr. de queso fresco para untar (tipo Philadelphia, si es "light" mejor aún)
  • 1 o 2 cucharadas de harina integral
Cómo se hace:

Picamos la cebolla y el ajo bien finitos. Limpiamos el apio y cortamos los troncos en rodajitas finas. Limpiamos asimismo la acelga y separamos las hojas de las pencas - cortamos las pencas en pedazos y las hojas en tiras anchas.

En una sartén ponemos a calentar un poquito de aceite de oliva y añadimos el ajo y la cebolla, cuando esté todo transparente echamos el apio y las pencas de acelga y rellenamos la sartén con el caldo caliente. Dejamos que hierva y entonces añadimos también las hierbas picaditas. Dejamos cocer a fuego lento unos 10 minutos e incorporamos las hojas de la acelga.

Tras otros 3 o 4 minutos de cocción, vamos incorporando poco a poco el queso hasta que se derrita y se amalgame por completo al resto, removiendo de vez en cuando. En un bol mezclamos la harina con algo de agua templada y añadimos también a la sartén revolviéndolo todo bien (si queda muy líquida la salsa se pueden usar 2 cucharadas de harina en vez de una). Dejamos hervir un último momento y servimos junto con los espaguettis que habremos cocido paralelamente.

Si además acompañamos todo de ensalada y cambiamos esas cervezas que hay en la mesa por unas sin alcohol, creo que es un plato muy apto para diabéticos y, sobre todo, bien sanote y muy rico. A mí la acelga me encanta, y esta es una forma muy original de comerla...

La receta es de un libro de Dieta Disociada de la autora Ursula Summ (indiscutible gurú de este tema).

lunes, 13 de octubre de 2008

Fricasé de pollo

Este estupendo fricasé de pollo con arroz nos lo cenamos el señor K. y yo el sábado pasado.

Un fricasé es un tipo de ragú (ragoût). En realidad, un fricasé puede ser un poco de todo: Puede ser como en este caso (la versión típica aquí en Alemania) un guisado de carne de ave o conejo con una salsa clara y verdura (en Alemania generalmente espárragos, champiñones, guisantes y/o alcaparras) o puede estar hecho, como en la versión cubana, por ejemplo, con salsa de tomate, salsa de soja y pasas; hay también fricasé sin carne, etc ...

En wikipedia podemos leer más sobre el origen del "fricasé": Según el diccionario de la RAE, un fricasé es "un guisado de la cocina francesa, cuya salsa se bate con huevos". Pero esta definición es válida sólo para un pequeño porcentaje de los distintos fricasés autóctonos que existen. No está del todo clara tampoco la procedencia del nombre. Hay quien dice que es una mezcla entre los verbos franceses para freír ("frire") y romper ("casser"), hay quien opina que se deriva directamente del latín frigicare (freír).

Mi versión particular del fricasé de pollo va así:

Ingredientes (para dos raciones descomunales de plato único):
  • medio pollo (o unos 350gr. de pechuga)
  • unos 150gr. de champiñones (blancos)
  • aprox. media docena de espárragos (pueden ser de lata)
  • un buen puñado de guisantes de lata (al gusto) o de alcaparras
  • verdura para hacer caldo (perejil, zanahoria, cebolla/cebolleta, puerro, ajo) al gusto
  • entre 1'5 y 2 litros de agua
  • vino blanco (unos 125 ml.)
  • zumo de limón (una cucharada más o menos)
  • perejil picadito
  • aceite de oliva, sal, pimienta blanca
  • harina (una o dos cucharadas)
  • nata líquida (entre 100 y 150ml.)
  • una hojilla de laurel
  • opcional: una yema de huevo y un chorrito de leche
  • arroz blanco para acompañar (yo suelo utilizar arroz basmati)
Cómo se hace:

Se dora el pollo en una cazuela con aceite de oliva y ajo y cebolleta picados un par de minutos y se va añadiendo la verdura troceada y el agua. Dejar cocer el caldo entre 90 y 120 minutos (no, no tengo olla a presión) con la tapa puesta. Entretanto se pelan y cuecen los espárragos si fueran frescos (cortados en pedazos) y se laminan los champiñones. Cuando esté el caldo listo, sacamos el pollo y reservamos. Colamos el caldo y separamos unos 250ml. del mismo. (El resto yo suelo guardarlo para sopa).

Cortamos el pollo (sin piel ni huesos) en pedazos no demasiado grandes (tienen que poder comerse sin cuchillo). En una sartén calentamos algo de aceite de oliva y salteamos los champiñones, rellenamos con el caldo de pollo, el vino blanco y la nata líquida y le añadimos la hoja de laurel. Salpimentamos. Dejamos reducir bastante. Después añadimos los guisantes (o alcaparras). En un bol mezclamos una o dos cucharadas de harina con un poco de agua templada e incorporamos a la sartén para espesar la salsa. Dejamos cocer unos minutos (para que se desvanezca el sabor de la harina) revolviendo de vez en cuando. Cuando haya espesado y tenga la cremosidad a nuestro gusto, añadimos en el último momento los espárragos troceados y la carne y una pizca de zumo de limón (con cuidado de que el fricasé no hierva ya).

Hay quien le añade asimismo una yema de huevo (que habremos batido en un chorrito de leche) en el último momento. Si le ponemos huevo, siempre habrá que tener mucho cuidado de que el fricasé haya dejado de hervir, porque si no se cuajaría la yema.

Como colofón, espolvoreamos con perejil picado y servimos acompañado de arroz.

¡Uy, qué rico...!




jueves, 9 de octubre de 2008

Rollitos de panga

Aviso: ¡¡Súper-parrafada!!
nnn
Últimamente estoy haciendo bastantes experimentos culinarios o, al menos, probando nuevas recetas. Bueno, en realidad, estoy continuamente probando nuevas recetas, me paso media vida en ello, porque me encanta. Entre otras cosas, porque como de un tiempo a esta parte no hacemos otra cosa que currelar como unos pringaos (el señor K. con sus mínimo 56 horas semanales, sábados incluídos; y yo con tres clientes diferentes a la vez que me están volviendo medio loca) y vegetar en el sofá (para otras actividades no quedan ni tiempo ni fuerzas), el meterme todas las noches en la cocina y salsear a mis anchas no sólo me relaja cantidad sino que me alegra el día que no veas...

Me pongo los auriculares enchufaos a ese peazo móvil con función walkman que tengo y el delantal y le canto a voz en grito a medio vecindario todo lo habido y por haber, desde rap alemán (I ♥ Fettes Brot!!!) hasta tangos de Malevaje o baladas horteras de esas que hacen que se te salga el cerebro fundido a chorretones por las orejas... Por ejemplo oigo esto o esto o esto otro.
nnn
Además, como la única comida del día que realmente cuenta como tal en este nuestro digno hogar es la cena, vivo obsesionada con que al menos las cenas tengan sustancia y sean variadas: Mínimo dos veces por semana cae pescado, siempre intento equilibrar los platos de carne con los puramente vegetarianos, etc. etc. etc.

Como sea: Ayer tocaba pez y estrenar recetilla. No estoy segura de si este pescado blanco, la panga, se conoce mucho en España, aquí se llama Pangasius (creo que es también el nombre científico). Según me informa Google en español se llama panga (en femenino además), pero no he encontrado ninguna entrada al respecto en la Wikipedia española... Aquí en Alemania se pusó de moda hace algún tiempo (¿el año pasado o hace dos años? se pasa el tiempo tan rápido que no sabría decir cuándo) y desde entonce el "Pangasius" éste de marras es el pescado blanco non-plus-ultra (yo creo que a los teutones les encantan esas tonterías de las modas alimentarias, como cuando se puso de moda el "ajo de oso" y era imposible salir a comer fuera y encontrar platos en la carta sin "ajo de oso"...).

Es muy rico y muy fácil de hacer, recuerda bastante al lenguado. La receta de ayer la saqué hace un par de semanas de un libro de mi madre (no sé de cuál, si no os lo recomendaría) y era para algún otro tipo de pescado (no lo anoté, porque quería hacerla en cualquier caso con panga):

Ingredientes (para dos):
  • dos filetes de panga
  • zumo de 1 limón
  • 4 patatas no demasiado grandes
  • 4 langostinos cocidos y pelados
  • 1 tacita de miga de pan en dados
  • 1 cucharada de perejil picado
  • 1 cucharada de cebolleta picadita o rallada
  • 1 cucharada de queso rallado
  • 1 yema de huevo
  • 125 cl de nata líquida
  • mantequilla, sal y pimienta blanca
Yo le he añadido un par de ingredientes más: Albahaca fresca picada y escamas de ajo para inaugurar esta bonita colección de especias que el señor K. compró el otro día...

De izda. a dcha.: albahaca, escamas de ajo, pimentón dulce, romero, pimienta blanca y pimienta rosa

También añadí un chorrito de vino blanco. No sé que opinarán los expertos enólogos de mi familia, pero yo siempre uso para cocinar un blanco de Grüner Veltliner y pienso que al pescado le va pero que muy bien...

Cómo se hace:

Se rocían los filetes de la panga (salpimentaos) y los langostinos con zumo de limón y se reservan. La miga de pan (yo usé de molde, ejem) se rocía con el resto del zumo y unas gotillas de vino blanco y se mezcla con las hierbas (perejil, albahaca), la cebolleta y el queso (rallados), el ajo si se le pone y la yema de huevo. Salpimentamos esta mezcla y untamos con ella los filetes de pescado.


En la parte ancha del filete ponemos, a continuación, 1 o 2 langostinos y enrollamos. Sujetamos los rollitos con un palillo. En una fuente de horno (untada con mantequilla) ponemos una cama de rodajas de patata (o bien previamente hervidas o cocidas ya cortadas unos pocos minutos sin que se hagan del todo). Encima de las patatas colocamos los rollitos y añadimos la nata liquída. Si os sobra masa de untar (como a mí ayer) se puede espolvorear por toda la fuente:


Tapamos con papel de alumino y metemos al horno (precalentado) a unos 200º C entre 20 y 25 minutillos.

El resultado: Muy contenta del todo no me quedé. O bien se me fue la mano con el limón o la receta está pensada para que le salgan a una arrugas en la cara con tanta acidez. Puede que el vino (que es también bastante ácido) haya exagerado el efecto y tal vez hubier sido mejor atenerse a la receta original... pero: no risk, no fun, ey... Creo también que con 15 a 20 minutos de horno es suficiente, el pescado terminó secándose un pelín. Desde luego tiene potencial el tema y volveré a hacerla, a ver cómo la perfecciono...

martes, 7 de octubre de 2008

Flan de espárragos con gambas



Llevaba meses queriendo probar esta receta que arranqué del prospecto de un supermercado. Así que ayer, con la excusa de estrenar mis nuevos moldes de flan, me pusé manos a la obra y nos "construí" a mí y al señor K. unos magníficos flanes para cenar...




Ingredientes (salen unos 5 flanes con molde de 9cm. de diámetro):

  • 250gr. de espárragos frescos y otros 250gr. de espárragos trigueros (yo en este caso utilicé blancos frescos y trigueros de tarro a falta de mejor opción)
  • 50cl. más o menos de nata líquida
  • unos 100gr. de queso blanco para untar (tipo Philadelphia)
  • 2 huevos
  • sal y pimienta blanca
  • 125gr. de queso mozzarella
  • de unos 100 a 150gr. de gambitas (cocidas y peladas)
  • mantequilla para untar los moldes
  • azúcar
  • opcional: queso rallado (parmesano/grana padano) para espolvorear por encima y tomates cherry para la guinda decorativa... ;-)

Cómo se hace:

Se pelan los espárragos blancos (a los trigueros frescos yo generalmente sólo les corto el final del tallo, nunca los pelo) y se cortan en pedazos. Se cuecen los blancos unos 15 mins. en agua con sal y una pizca de azúcar y los trigueros (si son frescos) se añaden más tarde (cuando queden unos 7-8 mins. de cocción). Si hacéis los flanes como yo ayer con trigueros de conserva, no hace falta evidentemente cocerlos. Se cortarán sin más. Se dejan enfriar los espárragos y se reservan las puntas. El resto se tritura con la batidora junto con la nata y el queso de untar.

A este puré le añadimos los dos huevos batidos y salpimentamos al gusto. Se corta el queso mozzarella en pedazos más o menos menudos y se le añade esto a la masa de espárragos junto con las gambas.

Se untan a continuación con mantequilla los moldes y se rellenan con la masa hasta 3/4 partes más o menos. Repartimos las puntas de espárrago que habíamos guardado entre los moldes (de modo que sobresalgan algo de la superficie del puré) y los metemos en el horno al baño maría unos 35-40 mins. a 200ºC (el horno lo habremos precalentado claro)...


Según la receta originaria se pueden tomar tanto fríos como calientes. Nosotros nos los comimos calentitos y acompañados de mayonesa casera hecha en el último momento.


Estaban riquísimos (por cierto: llenan también muchísimo), y eso que no las tenía yo todas conmigo teniendo en cuenta el "horno aventurero" que tengo... pero con la ayuda de diversas armas secretas (termómetros varios, por ejemplo) tengo al "jodío" últimamente por fin bajo control...

sábado, 4 de octubre de 2008

Happy reunification day, señor K.!

Ayer se celebraba en Teutonia el Día de la Unidad: Es la fiesta nacional que conmemora la reunificación del país en 1.990...

El muro en 1.986...

... y en el 2.008...


Sí, y ahora alguno de vosotros, listos lectores de este humilde blog, os preguntaréis: "Pero ¿por qué lo celebran en octubre si el muro cayó en noviembre?"... ¡qué buena pregunta!

El 3 de octubre es, en realidad, un día festivo sintético, creado en laboratorio, vaya... En un principio, la celebración de la reunificación hubiera tenido que ser el 9 de noviembre, porque en ese día del año 1.989 fue cuando el muro y con él la RDA se fueron al garete. Desafortunadamente el 9 de noviembre, es en cuanto a hitos históricos un "día negro" en Alemania: Un día 9 de noviembre de 1.923 un austríaco con bigote llamado Adolf Hitler ponía en marcha en una cervecería de Múnich un intento de golpe de estado. Aunque le ayudaban sus demás colegas nazis, no tuvo éxito y acabó en chirona (donde aprovechó el tiempo ocioso para escribir "Mein Kampf", hay que joderse). Un par de años más tarde, Adolfo había cogido, por desgracia, más tablas y había subido al poder: El 9 de noviembre de 1.938 tuvo lugar en todo Alemania la Noche de los Cristales Rotos... Vamos que hacer del 9 de noviembre la fiesta nacional alemana más importante habida y por haber hubiera sido una metedura de pata de dimensiones biblícas. Así que la Unidad Teutona se celebra, desde su nacimiento en 1.990, el día 3 de octubre.

Reconozco que ha habido "tresdeoctubres" (¿? "tresesdeoctubre" ¡! ¿tienen las fechas plural? ¿y las cifras? ¿y los meses? ¿cuál es el plural de 3? ¿y el de octubre?) en los que he participado más activamente en la celebración de este evento. Ayer ni salí de casa, ni puse las noticias ni ná de ná. Hice del viernes un domingo, y santas pascuas: Dormí hasta el mediodía y me pasé el resto del día en camisón bebiendo Federweißer (ya os explicaré otro día lo que es), con el brunch desparramado por la mesa del salón, viendo DVDs y sesteando; sólo cambié el brunch por la cena cuando oscureció.

Lo único que me dejó ayer alucinada fue echar un vistazo a la programación televisiva del día en la revistita de la tele. La ARD (o sea la Primera alemana) echaba ayer en plena franja de primetime la película "La vida de los otros" (supongo que la habréis visto). Manda cuyons, tú. O sea que el país intentando celebrar su unidad (esa que después de 18 años sigue sin ser realidad del todo, mientras a mí se me ponen los pelos como escarpias cuando leo cuántos encuestados en ambas partes del país echan de menos el muro o cuántos "ex-orientales" siguen opinando que en la RDA todo era mejor), y al cachondo responsable de programación festiva de la ARD (que seguro que es alemán del Oeste, el cretino de él) no se le ocurre mejor idea que amenizar la noche al personal echando más leña al fuego... Me parece una falta de tacto descomunal y una elección más que discutible. O el padre del invento tiene un humor de lo más macabro...

A veces me pregunto si la raza humana se caracteriza más por amnésica o por gilipollas... brrrrr......

Por cierto, a esos dos o tres lectores germano-parlantes de mis cuatro o cinco lectores totales: No os perdáis este interesante artículo del Spiegel sobre el muro de la Alemania mediática...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Adiós, verano...

Vale, lo reconozco: Me ha pillado el toro... El lunes aún creía que, con la buena temperatura que había hecho el fin de semana, el otoño iba a tardar aún bastante en llegar... Pues no. Ha llegado ya y con ganas. Es decir: Está todo el rato lloviendo y el mundo exterior no sólo se ha vuelto gris sino desapacible. Bueno, más que desapacible, yo diría que asqueroso.

Con este panorama me he encontrado antes al asomarme al balcón:
___

Creo que va siendo hora de cerrar el chiringuito veraniego y recoger esos muebles hasta el año que viene - se acabó lo de cenar en el balcón y espiar al vecindario durante horas mientras le damos sorbos a una copa de vino, imposible ya volver del cine a medianoche y sentarse en el balcón, cervecita en mano, mientras el señor K. le saca fotos a esa vela traicionera cuya cera ardiente siempre acaba goteando sobre mis pies descalzos... ¡snif!

Además, este año puedo tachar el punto "meter las plantas antes de que se mueran" sin que me entre cargo de conciencia, porque este era hoy el aspecto de nuestro pequeño jardín botánico... ¡¡ups!!...:



El panorama desde la ventana de la cocina no está hoy, tampoco, mucho mejor:







Hoy hace un día de katiuskas amarillas como las de mi libro favorito (espero que pueda leerse el texto en las fotos):






Estoy bastante segura de que las aventuras del marinerito Néstor y la vieja señora vestida de gris son la posesión más "añeja" en mi poder. El libro se titula "¿Quién llora?" (autores son Christian Bruel y Anne Bozellec) y es de la editorial Lumen (de su colección La Sonrise que Muerde)... y es un ejemplar de... ¡1.980!... y lo tengo, creo yo, desde entonces... al pobrecillo le faltan ya las tapas y le han salido un montón de manchas de humedad...



Este libro se ha tragado conmigo mudanzas y viajes "a tutiplé", así de ajadillo está claro... pero en días así como el de hoy, cuando ahí afuera hace un tiempo asqueroso y a mí, aquí dentro, no me apetece ni una pizca trabajar, a veces saco el "¿Quién llora?" y me lo leo con el acompañamiento musical de la lluvia en los cristales y me entretengo un rato viendo los dibujos, que me siguen chiflando después de tantos años, y me bebo un café y me quedo tan a gusto.

Y ya puede venir el otoño y que nos caiga lo que nos quiera caer, igualito me da... ¡sí, señor!