viernes, 8 de mayo de 2009

Rollos y rollitos

Tal vez no os hayáis dado cuenta todavía, pero, chisss, ahora que no nos oye nadie, así, entre nosotros, os tengo que hacer una confesión: Estoy como una cabra. De verdad, mi desequilibrio mental no tiene límite. En serio. Muy mal, yo diría que fatal incluso. ¡Uff!

Y no os creáis que esto es coquetería (sí, sí, ya se que se lleva mucho el presumir de neurosis, pero, qué queréis que os diga: ¡vaya gilipuertez!). No, no. Yo estoy fatal: fatal como en “fatal-fatal” (y si no que se lo pregunten al señor K., pobrico, la que le ha caído encima). Lo mío se llama T.O.C.
y se manifiesta en el hecho de que me paso la vida “controlando” cosas, bueno en realidad me paso la vida en un sin vivir, pero decir “control” queda más bonito... y más... hmmmm, controlado:

Loca compulsiva (o sea: yo) – sentada en el sofá sirviendo la cena...: “Oye, amor, ¿tú crees que la puerta de casa está cerrada?”

Señor K. - a punto de pincharle el tenedor a su cena: “Sí” (hombre parco en palabros él, en eso me recuerda a cierto hermano mío que no quiero nombrar...)

The crazy bitch (otra vez: yo) – ignorando la cena, mientras el corazón deja de latirme durante un par de milisegundos por pura ansiedad: “¿Seguro?”

Señor K. - con la boca llena y cara de aburrimiento: “Seguro”.

Psicópata de tomo y lomo (¿lo adivináis? sí, yo) - levantándome de un salto del sofá y saliendo rauda y veloz en dirección al pasillo mientras se me enfría la cena: “Pero... ¿seguro-seguro?”

Señor K. - pidiendo, en silencio, a los dioses del Olimpo que me provoquen una amnesia aguda a ver si así se me pasan las neuras: “Seguro-seguro... y ahora ¿me haces el favor de sentarte y cenar?”

La pirada esa con la que no os queréis encontrar en un callejón oscuro (Duh! Yoooooooo!) – mientras apoyo mis cincuentaynosécuántos kilos de peso en la puerta para comprobar si está cerrada y le paso el dedo 20 veces (en tandas numeradas del 1 al 4) al pestillo para asegurarme de que realmente está echado y de que su apariencia de “cerradez” no es un espejismo: “¿Estás seguro-seguro del todo?”

El Santo Job reencarnado en un “teutón guapo con canas y ojos azules-derrite-cerebros-femeninos” - mirando ensimismado el puntiagudo tenedor que sostiene en pose crispada en su mano derecha y pensando si clavárselo a sí mismo en la yugular o clavárselo a la chalada esa que está en el pasillo metiendo las uñas en la ranura de la puerta cerrada para comprobar si está cerrada-cerrada o “sólo entornada”: “Seguro-seguro-del-todo...” (con voz cansada)

Jack Torrance
reencarnado en una personita chiquitaja que acaba de romperse dos uñas intentando averiguar si la puerta de casa está cerrada (lo cual ha provocado que se equivoque al contar y haga una tanda de cinco uñadas en lugar de cuatro... lo cual a su vez acaba de provocarle un colapso emocional-mental de dimensiones considerables por lo que acaba de empezar con el ritual cierra-puertas de nuevo desde el principio...) - con irritación latente en la voz, mientras a su cena empieza a salirle escarcha: “Ajaaaaa, ¿y cómo quieres saberlo si estás en el salón y ni siquiera tienes la puerta a la vista?”

Señor K. – preguntándose si lo del TOC es sólo “tal vez hereditario” o tal vez “definitivamente muy hereditario” y si aún está a tiempo de hacerse en secreto una vasectomía, mientras le salen un par de canas más de las que ya de por sí tiene: “Cariño, yo confío en ti: Si la puerta la cierras , SEGURO que está BIEN CERRADA(sinceramente, aunque con cierto recochineo y una buena dosis de agresión latente)

La pequeña Nata – cogiendo carrerilla y lanzándose con todo su peso contra la puerta para averiguar si está cerrada y elucubrando sobre si el señor K. se habrá hecho ya en secreto una vasectomía y sobre hasta qué punto será “taaaan cierto” aquello de que el riesgo de empeoramiento del TOC durante un embarazo es de un 60-70%, mientras se mosquea por la vil puñalada trapera del “yo confío en ti” ese de mierda que le acaban de catapultar a traición: “¡¿Tú confías en mi?! ¡¡¿Pero, por quéééééé?! Yo NO confío en mi... ¿me haces el favor de venir a mirar la puta puerta de una puta vez y decirme si realmente está cerrada?” (ligeramente enervada)

Señor K., arrastrándose con aire derrotado hasta la puerta: “Sí. Yes. Ja, darling: Cerrada” (agarrándome de la mano y tirando de mí hacia el salón)

Scary crazy bitch darling (alias chalada de asustar alias yo) – en un estado zen de relajación total que me va a durar más o menos cinco minutos, es decir hasta el momento en que me pregunte si doce horas antes, cuando he hecho el café del desayuno, me he acordado también de apagar la cafetera (porque, evidentemente: si no la he apagado, seguro que en cuanto nos vayamos a dormir estalla y prende fuego a toda la casa, y con la casa arderemos nosotros y todo el vecindario y el resto de Berlín y lo más seguro es que el fuego se extienda y acabe acorralando al único genio científico capaz de salvar a la Humanidad entera de la exótica epidemia asesina mundial que seguramente está a punto de brotar – oh, dios mío, me he dejado la cafetera encendida y voy a matar a todos los habitantes del planeta y, lo que es peor, además todas mis cosas se van a quemar en el incendio), mientras le hinco el diente a la cena: “Uhmmm, qué raro, no está la cena muy caliente ¿no?”

...

A propósito de cena... hoy una improvisada, ligerita y veraniega, con toque mediterráneo y resultado espectacular...

Ingredientes (para 2 personas, una cuerda y la otra realmente chiflada):

  • 300 g de pechuga de pollo
  • 1 lata de tomate natural triturado
  • 2 lonchas de jamón serrano
  • unas 6 hojas de albahaca
  • salvia, molida
  • pimienta
  • aceite de oliva
  • 1 huevo enriquecido con un chorrito de leche
  • harina
  • 2 dientes de ajo
  • 1 chorrito de agua
  • una pizquina de sal gruesa
  • mejorana (seca, picada)
  • perejil fresco, picadito
  • una pizca de azúcar
  • un chorrito de nata líquida
  • 1 bola de queso Mozzarella (125 g)
  • aceite para freir

Cómo se hace:

Filetear las pechugas hasta obtener cuatro filetines delgaditos y darles un par de golpes con el martillo de la carne. Pincelar la carne con aceite de oliva y espolvorear con pimienta y salvia en polvo. Poner sobre cada pieza de carne media loncha de jamón serrano, sobre el jamón una hoja grandota de albahaca fresca, y enrollar.

Untar los rollitos de pollo en harina y reservar.

En un cazo pochar dos dientes de ajo en algo de aceite de oliva. Echar el contenido de una lata de tomate natural triturado en el cazo, salpimentar y espolvorear con hierbas al gusto (yo usé perejil dos hojas de albahaca picaditas y algo de mejorana) y ponerle una pizca de azúcar y un mini-chorrín de agua. Esperar que rompa a hervir a borbotones, reducir a fuego lento y dejar que cueza durante unos 10 minutillos.

Entretanto poner el horno a precalentar.

Cortar una bola de queso mozzarella en rodajas finas y reservar. Calentar aceite en una sartén y poner los rollitos de pollo a freír (previo paso por un plato con huevo batido enriquecido con un chorro de leche) hasta que el rebozado tenga algo de color.

Quitar la salsa de tomate del fuego, pasarla por la batidora hasta quitar los tropezones y agregarle por último un golpe de nata líquida.

Dejar que los rollitos de pollo escurran el aceite de la fritura sobre papel de cocina.

Pasar la salsa a una fuente de horno, depositar sobre ella los rollitos de pechuga y cubrirlos con las rodajas de mozzarella. Meter al horno un par de minutillos (el tiempo suficiente para que el queso de derrita).



Servir inmediatamente y comer inmediatamente y enfandarse con razón de no haber hecho como mínimo el doble de ración porque estaba increíblemente rico.

Como consecuencia del enfado sacar otra cerveza del frigorífico y respantigarse en el sofá con ella como consuelo. No preguntarse si está el horno apagado o se está quemando la cocina mientras vemos la tele...

He dicho NO preguntarse si está el horno apagado.

Que noooooooooo, que no se está quemando la cocina... Seguro que no. No, no, no. No.

No.

¿No...?

¿Seguro que no...?!!

10 comentarios:

mariré dijo...

little sister ¿has tenido un mal día? ¿ te está sentando mal la primavera???
Estas empezando a preocuparme seriamente. No deberias abusar de la paciencia del guapo teutón, que no abundan precisamente los hombres interesantes......
Dicho esto lo cierto es que hace tiempo que no me reia a mandíbula batiente. Eres la mejor.......:-)))))

natalika dijo...

Jajaja, ¿mal día? Que no, que va... si eso de ahí arriba es un día de los buenos, mujer...

Por el guapo teutón no te preocupes: si después de tantos años conmigo aún no se ha tirado por el balcón (ni me ha tirado a mí, que es lo que hubiera hecho yo en su lugar) es que a este no le asustá ná ni le espanta ná...

Un beso, guapa!

The Intercultural Kitchen dijo...

Ups... ¿me he perdido algo? ¿natalika? ¿eres tú? ¿seguro que con las obras no te cayó medio tabique en la cabeza y no te acuerdas?

natalika dijo...

@noema: Síííí, soy yo... Aunque no me pase el día hablando de mi TOC no es que sea nada nuevo, vaya... Yo me paso mucho tiempo al día asegurándome de que está la cafetera apagada y la puerta de casa cerrada. Jaja, cuando os digo que estoy como una cabra os lo tomáis todos a broma, pero qué va... yo ESTOY como una cabra.

La cuina vermella dijo...

Jajajajaj, perdona que me ría, pero es que tu TOC es muy simpático. Al igual tu amor no lo ve igual que yo, però nosotros nos hemos muerto de la risa. Un beso.

natalika dijo...

Uy, qué va, mi amor lo lleva con el estoicismo propio de todo buen protestante (además sabe que ya no me puede devolver porque se me ha terminado la garantía, así que...)...

Besines!

Belen dijo...

Que suerte que el tuyo por lo menos es creyente que el mio es un "descreido" y agnostico. Yo estoy pensando seriamente en convertirme al protestantismo que me gusta mas lo que dicen y hacen...

natalika dijo...

¡Uy, Belén, si te oye el K...!
;-)

No, no, lo del "buen protestante" se refiere sólo a su educación (ética del trabajo, sobriedad, etc...), sin más... en contraposición, claro, al teatralismo tan católico de su señora (jaja, yo). Pero como nos oiga llamarle creyente igual se ofende, tú...

Belen dijo...

Que me "deskohono" Natalika. Buenisimo!! pssssss...que no nos oiga. El mkio es prostestante porque de todo protesta el pesao

bitxo dijo...

Ya no me acordaba de tus histerias... y yo pensaba que estaba fatal to el dia controlando si tu sobri respira cuando duerme...ains como para darte a la maternidad... te entra un mal, me he vuelto neurotica hasta yo...y tu cuñao ni te cuento... (bueno este ya estaba un poco paya, gracias a los genes de su madre...)

Bueno guapa un besin y a ver si vienes prontito a ver al peque...