Hace ya unas semanas que el señor K. tiene txirrinta (o chirrinta, igual me da) de comer conejo. Y, ¡oh porca miseria!, siempre que vamos al súper ya no queda y cuando tienen, siempre me doy cuenta cuando tengo ya el carro lleno y el menú de la semana completo... Pffff... Así estamos, es lo que hay, así que el otro día no nos quedó otra que improvisar: Como no había conejo, tocó cerdo. Y punto.
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No quería que se me fuera a secar la carne (que sí, que ya sé que estoy muy pesadita contándoos a todas horas que si mi horno esto, que si mi horno lo otro...), así que le puse una chaquetita. Este tipo de abrigos generalmente se los hago siempre al roastbeef, pero a este solomillo de cerdo le sentó el asunto también de maravilla.
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Y qué deciros del ragú de setas: ¡Me encanta! Aunque realmente el otro día en vez de ragú me salió "casi sopa" (se me fue la mano con el caldo en un descuido). Tampoco me molestó, no os vayáis a creer. Armada con una baguette rústica me lié la manta a la cabeza y me pasé el resto de la noche U N T A N D O ... Creo que ese tipo de cosas, cuando las hago, al señor K. le dan miedo (como levantarme de un salto del sofá, en mitad de la película e irme, toda psicópata yo, barra de pan en mano, a la cocina a rebañar la sartén).
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Ay, qué rico...
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Ingredientes (para 4):
- 1 pieza de unos 500 g de solomillo de cerdo
- unos 400 g de setas variadas o champiñones
- 2 cucharadas de albahaca y perejil picados
- 1 cucharita (de postre) de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 1 chalota pequeñita o cebolleta fresca
- 50 ml de vino blanco
- 200 ml de nata
- 100 ml de caldo de verduras
- unos 50 g de parmesano recién rallado
- 4 tajadas de jamón serrano o bacon o similar
- sal y pimienta blanca
- masa de pizza: unos 225 g de harina, medio sobrecito de levadura en polvo (unos 3 g: equivale a unos 10-12 g de levadura fresca), 2-3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharita (té) de sal, 175 ml de agua, una pizquilla de azúcar
Cómo se hace:
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Hora y media antes de empezar a cocinar, hacemos la masa de pizza: Mezclamos la harina con la sal en un bol. En una tacita mezclamos algo de agua con el azúcar y la levadura. Hacemos un hueco en la montaña de harina y echamos ahí dos cucharadas de aceite y la mezcla de la taza. Removemos bien y vamos añadiendo, poco a poco, el resto del agua, mezclando hasta que tengamos una masa homogénea (tal vez tengamos que ponerle más harina o más aceite, dependiendo de la consistencia). Hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar, en el bol y cubierta con un paño húmedo, entre 1 hora y hora y media para que vaya creciendo.
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Una vez la masa haya fermentado es hora de empezar con la cena. Cortamos el cerdo en dos piezas y las pincelamos (o bañamos) bien por todos los lados en una mezcla hecha con: un ajo picado, una cucharada sopera de hierbas picadas (albahaca, perejil), una cucharita de postre de aceite de oliva y algo de pimienta blanca.
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Ponemos la carne, después de untarla, en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y la cubrimos con tiras de jamón o bacon de unos 2 dedos de ancho. Entretanto precalentamos el horno a 180 grados.
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Esparcimos algo de harina sobre la encimera o mesa y extendemos la masa con el rodillo: Necesitamos un rectángulo bastante delgado de masa con el que podamos cubrir de una vez nuestras dos mitades de solomillo. Una vez esté listo el abrigo, lo ponemos sobre la carne.
Pinchamos el termómetro de asados a través de la masa en el centro de la carne... y metemos la bandeja al horno...
Cuando la carne tenga en su interior una temperatura de 84-85 grados, nuestro cerdito estará listo: hecho pero rosita y jugosito. En mi horno suele tardar, dependiendo del peso de la carne y de si tiene el jodío un día bueno o uno malo, unos 20 minutos...
Mientras la carne está en el horno, hacemos el ragú de setas (la receta es del libro "Kochbuch" del cocinero alemán Tim Mälzer, del que ya os he hablado otras veces). Se cortan las setas y se pasan por la sartén con aceite o mantequilla junto con una chalota o cebolleta picadas. Regamos con el vino blanco y esperamos a que hierva de nuevo, entonces añadimos la nata y el caldo y dejamos que reduzca unos minutos. Finalmente añadimos el queso rallado y salpimentamos, removiendo bien y constantemente hasta que la salsa esté cremosa. Antes de servir espolvoreamos el ragú con el resto de hierbas picadas.
Servimos la carne en rodajas más o menos finas junto con el ragú y el "pan" (que habrá quedado por fuera crujiente y por dentro blandito del jugo de la carne.. mmmmmmm). Y ¡a disfrutar!
Al final no se salvaron ni estos restos de la vergüenza...
4 comentarios:
Estas que te sales niña!!!
A ver por favor!!! Pero como teneis tiempo de curraros estos guisos estupendos y nutritivos y platos de verdad como Dios manda?? Que maquina ! Con el hámbre que he traido hoy del currele...
@Belén: Yo es hago un poco de "trampa"... tengo la ventaja de que trabajo (no siempre, pero muy a menudo) desde casa, así que muchas veces puedo ir preparando cosillas sobre la marcha. Además, como mi "marío" se pasa todos los días 12 horas fuera de casa, hasta que llega el pobre a cenar me suele dar tiempo de cocinar, si me pongo, menús de "3 platos y postre"...
Jo que nivel!! Que no te lea mi marío que se me rebela...
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