lunes, 13 de julio de 2009

Torres de verdura



Uhmm, aunque el verano por estos lares había comenzado con buen pie y estábamos teniendo una fantástica temporada 2009 de cenas en el balcón, en los últimos días nuestro vespertino ritual de picnics veraniegos ha tenido que mudarse provisionalmente de nuevo al salón (ha estado a ratos granizando, lloviendo, y/o tronando - bastante, además)...

Así que estoy otra vez con mono y con ganas de que se asiente ya esta montaña rusa meteorológica que nos ha aguado la fiesta (nunca mejor dicho) para poder continuar con mi particular serie de "citas en un balcón" y llevar a buen puerto el plan ese mío de tener este año un verano de 10 (porque puestos a "no tener", ni demasiado trabajo, ni vacaciones, ni esto ni lo otro ni lo de más allá, al menos el verano lo pienso disfrutar al máximo).

En todos estos años que llevo viviendo en Alemania, siempre me ha hecho muchísima gracia lo mucho que viven los alemanes sus balcones. Y qué curioso me resulta ahora lo poco que se utilizan en España en comparación... al menos los balcones patrios que yo conozco sirven sólo para almacenar cosas o como tenderero de ropa.

Y yo debo estar a estas alturas ya hecha una teutona de lujo, porque exprimo mi balcón todo lo que puedo. No es que nuestro balcón dé tampoco mucho de sí, pero lo suficiente: sus 2’5 metros cuadrados dan suficiente juego como para pasar en él unas tardes-noches fantásticas envueltos en perfume de geranios, con una cervecita helada en mano y la mejor compañía del mundo-mundial. Las cenas en esta casa, en verano, se sirven en el balcón (hemos llegado a estar cuatro comensales arrechuchaditos en torno a la mesa). En el balcón jugamos al Trivial, leemos el periódico, espiamos a los vecinos (uno de nuestros pasatiempos preferidos) y nos jartamos de hablar, de tomar la fresca (cuando “haberla hayla”), de comer helado mirando a las estrellas y de escuchar como nuestro vecinito de abajo toca “Comptine d'un autre été“ de Yann Tiersen una y otra vez (lo cual a mí me encanta sobre todo porque la toca muy bien además el chaval)...

Con semejante panorama, y con el buen tiempito que ha estado haciendo, el menú anda últimamente ligerito: ensaladas de todos los tipos y colores, tartaletas de verdura y queso, terrinas de pescado, macedonias, cantidades ingentes de cerveza Beck’s (que es la que en el 95% de las ocasiones se bebe en esta santa casa) y toneladas de flan chino Mandarín (jijiji, desde que he descubierto en Berlín un súper donde lo venden estoy inmersa en un frenético revival de los ochenta!!)...

Aunque la cena del jueves, para ser sincera, fue pura y dura improvisación para quitar restos del frigorífico: Berenjena y calabacín, acompañados de dos básicos de despensa (patata y queso mozzarella). Apiladitos todos ellos tan formales y bien ensalsaos y con una ensaladita para completar – no me negaréis, que más veraniego imposible, ¿no?

Ingredientes (para dos):
  • una berenjena chiquitina
  • un calabacín pequeño
  • una bola de mozzarella (125 g)
  • algo de jamón serrano
  • 2 patatas medianas
  • 2 dientes de ajo pequeños
  • un par de hojas de albahaca
  • aceite de oliva
  • sal
  • pimienta
  • romero molido
  • un par de cucharadas de concentrado de tomate
  • medio vasito de caldo de pollo
  • un chorrito de nata líquida
  • un chorrito de vino blanco


Cómo se hace:

He cortado las patatas (peladas), la berenjena y el calabacín y el queso en rodajas finas.

Las patatas las he frito, hasta que estuvieron doradas y crujientes, en una sartén con poco aceite, ajo machacado y un golpe generoso de romero molido.

Para la berenjena y el calabacín utilicé la plancha eléctrica con un par de gotitas de aceite y los hice por ambos lados hasta que estuvieron dorados.

La salsa es una salsa "de socorro" al cien por cien: He mezclado en una cacerola un buen chorretón de concentrado de tomate, que suelo tener para emergencias, con medio vasito de caldo de pollo, algo de vino blanco seco y un chorrito de nata líquida y lo he puesto a fuego medio hasta que ha espesado un poquito. En el último momento he salpimentado y añadido algo de albahaca picada.

En una fuente de hornear he ido formando torres alternando rodajas de berenjena, calabacín, patata y mozzarella. En la mitad de las torres he puesto unas lascas de jamón serrano (poco curado), para rematar una última rodaja de patata y una hojita de albahaca.

He metido la fuente al horno a 200 grados hasta que el queso se ha fundido algo.

A la hora de servir he colocado las torres sobre una cama de salsa... y luego me las he zampado en un pispás mientras me bebía mi cervecita de rigor y me comía un buen plato de ensalada.

Después de todo esto, he cogido un pedazo de pan y he untado la salsa de tomate de mi plato y del plato de mi marío. Ea. Y me he quedao como una reina.

Os dejo con la banda sonora de mi comienzo de verano...




... y ahora todos a cruzar los dedos para que el tiempo vuelva a ser bueno con nosotros:

10 comentarios:

La cuina vermella dijo...

Bueno, bueno, bueno!!!! Que sepas que te envio un poco de calorazo a tu Berlín del alma mía!! estamos casi a 35 grados y no puedo con mi alma!!!
La música perfecta i tu receta buena donde las hayas.
Fíjate tu si el mundo está mal repartido: tu tienes balcón-terraza y te hace frío, yo tengo un clima caluroso a matar y no tengo, ni balcón ni terraza... en fin!!!
Muchos besos.

natalika dijo...

Jiji, gracias por el envío de calorazo... debe estar funcionando junto al cruce de dedos, porque hoy hace ya mejor temperatura (25-27 gradetes), aunque sigue un pelín nublao...

Prometo tomarme pues una cervecita en el balcón esta noche a la salud de todos vosotros "sin-balcones", vale? :)

muaks de vuelta!

Anónimo dijo...

Acabo de encotrar tu blog...lo seguiré visitando..por cierto ayer hice melanzana a la parmigiana,que se parece a esta receta tuya...

Un saludo
Jorge
http://pocohecho.wordpress.com/

natalika dijo...

Hola Jorge...

y ¡bienvenido!

Yo creo que más bien "mi" receta se parece a la de las melanzane, jeje, me basé más o menos remotamente en ese plato para quitar todos esos resticos de verdura y cía de por medio de un golpe... Vamos, que esto es un clásico "quita-restos" :D

Saludos!
natalika

Belen dijo...

Oye Natalika, me ha encantado el Post y la receta que la voy a hacer hoy mismo, prque da la casualidad de que tengo todosos ingredientes y me apetecen un monton esas torres vegetarianas! Por cierto que me ha parecido estar cenando en tu balcon Berlines....Que bonito es el verano

The Intercultural Kitchen dijo...

Jo, los veranos en Balkonien... ¡ay! [suspiro]. Y oye ¿cómo se me había pasado a mí esta entrada tuya? Me hago vieja. Yo también tengo una terracita donde pasamos los veranos, desayunamos, comemos, siesta, tardes holgazanas y, cuando hace la calor berlinesa, sacamos el colchón y a la fresca. Cuando pienso en el balcón de mi casa en Santander, como dices, lleno de trastos, tendedero (tendal que decimos por allí), etc.
Aunque ahora al nuestro han llegado las avispas y ya no hay quién desayune en paz.
Oye, y ¡qué ricas esas torres! Ñam, ñam.

natalika dijo...

@belén: pues ya contarás qué tal salieron las torretas...

@noema: jiji, me acordé de aquel post tuyo donde explicabas lo de Balkonien (mira que eres fenómena...) - aunque lo nuestro dista musho de ser terraza (jo, qué envidia poder sestear con colchón y todo ahí!!)

y, oye, bueno, que interné es mú grande, mujer... que no se pué estar en tó siempre (además, vamos, que esto es como un swinger-club: "alles kann, nix muss" :D que por perderse algo no pasa ná, tampoco es que os cuente cosas tan apasionantes, vamos...)

The Intercultural Kitchen dijo...

Eso del swinger-club vas a tener que explicármelo, jeje, de lo que se entera una.

natalika dijo...

Ajajaja, pues a ver explicar, así lo que se dice explicar... no creo que sepa explicarte mucho. Yo todo lo que sé sobre swinger-clubs (que es bastante más de lo que quisiera, de verdad) lo he aprendido involuntariamente viendo "documentales" por televisión 8-0

The Intercultural Kitchen dijo...

Jajaja, bueeeeno, vaaale, que pase, porque yo también conozco esos reportajes que ponen por la tele, que si no...