lunes, 28 de julio de 2008

Vivir en la provincia

Vivir en Berlín supuestamente significa vivir en la capital del mundo. Indiscutiblemente. O, al menos, eso dicen... En cualquier caso, yo siempre he tenido el presentimiento que no podía ser oro todo eso que reluce por estos lares. Que conste que yo vivo en Berlín como pez en el agua: por vocación y por convicción moral. Por aquello que cantaba la Dietrich de que ella seguía teniendo una maleta en Berlín y porque Berlín siempre ha sido y siempre será la personificación de la megalomanía. Y yo, como buena megalómana, vivo mis delirios de grandeza en la, posiblemente, única ciudad del viejo mundo que aún delira más que yo misma.

Pues bien, Berlín centro del universo, eso era hasta la semana pasada una verdad consensuada. Y ahí, tan contentos y felices como estábamos, de repente, llegó él y con él llegó el "acabose" total: Él se llama Barack Obama y es un tipo flaco y con sonrisa de anuncio de TV y de él dicen que pronto será el nuevo presidente de los Estados Unidos de Tócame-Roque. Reconozco que le tengo un poquito de tirria al Señor Obama, a mí Hillary siempre me ha gustado (habrá hecho todas las cosas absurdas e incomprensibles que queráis, no deja de ser humana) y su derrota ante un tipo de quien intuyo que tiene el mismo perfil político que una ameba, pues vaya, que me la he tomado un poco en plan personal.


Al grano, párrafo corto, lo dicho: Ha estado Barack Obama en Berlín. Vino el jueves, se marchó el viernes y desde entonces el mundo, para mí, ya no es lo que antes era. Empezó quedando como un auténtico cretino ya antes de poner un pie en la city porque quería dar su súper-guay discurso en la Puerta de Brandenburgo: Hay que ser ignorante y presuntuoso para irse al extranjero a hacer campaña política y pretender hacerla desde un sitio tan emblemático y tan sagrado como es la Puerta de Brandenburgo - siendo como es, el Señor Obama, a día de hoy de facto "nadie". Será senador de su país, pero presidente todavía no es. Ir a visitar un país en plan oficial y ser tan paleto de hacer de tu visita un casi-marrón político de esas dimensiones desde el principio... no sé... eso es algo tan falto de tacto que una lo hubiera esperado de, yo qué sé, de Zapatero o de Chávez. Ni a Putin se le ocurren esas tonterías, ¡por dios!

Terminó haciendo el discurso en la Columna de la Victoria (la Siegessäule). Cortaron al tráfico ya desde el miércoles la mitad de las calles de la ciudad y todas las cadenas alemanas de televisión emitieron en directo desde primeras horas de la mañana (aunque el discurso era a las 7 de la tarde). Y se cubrieron todos de gloria. Empezando por los 200.000 (sí, doscientos mil, un dos y cinco ceros) entusiastas que se fueron a ver el discurso en directo a la Siegessäule, y eso que a los pobrecitos (por si alguno se salía de tiesto y se ponía en plan anti-yanqui o anti-Obama) ni les dejaron llevarse pancartas al evento. Que luego queda muy mal salir en la patria por la CNN y que alguien te haya escrito un "Go home!" o una cosa así en el paisaje de fondo que acompaña esa cara tan bonita que te dió Alá o la divinidad de turno que sea...

El discurso fue lo que era de esperar: Alemania es un país amiguete mío y crucial y por eso exijo como futuro presidente de Tócame-Roque que pronto enviéis muchísimos más soldados a Afganistán y que me apoyéis más en Irak y en Irán y donde sea necesario... Lo increíble fue el ímpetu y el fervor con el que los 200.000 entusiastas le aplaudían todas estas cosas al Señor Obama. Quiero que mandéis a vuestros hijos a que los maten en Afganistán como los matan a los nuestros, decía Obama, y las masas no se cansaban de "Yeahs!" "Yippies!" y "Yujuuuus!". Aplausos, más aplausos. Muchos más aplausos. Hay que ser palurdo provinciano para que te cuelen una de ésas con dos sonrisas.

La cobertura mediático-televisiva fue aún peor: Más vergonzante y más aldeana que el entusiasmo plebeyo de aquellos 200.000. La élite del periodismo televisivo alemán se desenmascaró a sí misma de la forma más pueril: Citaron en directo mal a Reagan haciendo del muro una puertilla baratuja ("Mr. Gorbatschow tear down this gate" en vez de "...tear down this wall" - una cita que en Alemania conoce cualquier crío de 12), se cascaron burradas del estilo de "en su país, Obama es muy popular entre la gente de a pie, o sea, entre los negros" (¡aua!), aseguraron que el discurso se emitía en los USA en directo en las noticias de la noche (a las 7 de Berlín en los USA es muy temprano o como mucho mediodía, macho, no de noche), presentaron al Señor Obama como musulmán aunque él en realidad es cristiano, emitieron unas 30 veces el sonido de los técnicos mezclado con las tonterías que decía el reportero de turno ("... fulanito qué coño pasa con el sonido, ¿me oyes?", "así no se puede traducir, oigo pitidos, ¿me oyes?") y loaron la disciplina de Obama por ser tan puntual sin haber pasado nunca por la Wehrmacht (¡!¡!¡!¡!). Una debacle total. La mejor fue la reportera que, haciendo balance de la visita de Obama, soltó esta frase: "Cuando sea presidente seguro que volverá a utilizar, äh perdón, visitar a Alemania". De órdago todos ellos, como mínimo.

O sea, no vivo en el centro del universo, vivo justo encima de la boca del infierno. Vivo rodeada de paletos en la provincia más pura y dura. Aún lo tengo que digerir.

4 comentarios:

El Capitán. dijo...

Juas, juas, juas...

tantos kilometros en la mochila para seguir viviendo en "provincias"

De todas formas, el perfil mediático de Osama-Obama es impresionante!!

Nunca ningún país de europa había seguido la precampaña electoral USA hasta que apareció él...

¿quien maneja los hilos de su proyección internacional??

La verdad está ahí fuera...

Anónimo dijo...

Ya... no entiendo yo del todo por qué la gente se lo toma como si fuera el nuevo Mesías - parto de la base de que la política exterior de los USA seguirá siendo la misma de siempre... ya lo dicen los del "After Eight": some things never change...

El Capitán. dijo...

...lo de after eight es por la cubierta de chocolate????

jaaaallll, me parto, soy un tipo super-gracioso!!!!!

Anónimo dijo...

Tranquila que afortunadamente nada es perenne y no existen los valores absolutos..gracias a Alá hay gente que piensa como tú (de forma tan inteligente)...y a Obama algún día lo retirarán,espero que en ese momento en vez de a otro político pongan a un Sabio...Mientras tanto yo sigo agonizando viendo al paleto de Zapatero que de verdad es el mayor inepto que hay en este mundo...Llegué a leerte xq voy a Berlín en septiembre a estudiar y estaba husmeando...Me tiene enamorada esa capital tan esfervescente...su energía,hasta los cabezas cuadradas antipáticos me caen bien en ese lugar...
Enjoy Berlín and take care!!!